Soy una mujer insaciable. Todo me sabe a poco. Últimamente no encuentro nada que me satisfaga. La mediocridad está en todas partes, me persigue. Nunca me he considerado una persona exigente. ¿Exigencia? ¿Tiene acaso algo que ver? Ya no encuentro nada que me haga sentir llena, completa. Siempre anhelo algo que termina siendo una quimera. Inalcanzable.
Los días se me hacen eternos, interminables. Y, al final del día, no siento que haya hecho nada que merezca la pena. La mediocridad se apodera de mi vida, otra vez.
Últimamente me faltan ganas para todo, carezco de motivación, por pequeña que sea.
Por otra parte la relación con la gente cada día se hace más difícil, más cargante. Todo lo que antes pasaba por alto, los "pequeños" (o grandes) defectos de la gente, incluso de la más allegada, ya no los aguanto. Y cada vez noto más aversión por mi parte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario