domingo, 29 de abril de 2012

"-¿Quién eres?
-Ah, hola. No suelo tener visitas.
-¿Qué haces sentado en mitad del reino de la oscuridad? ¿Cómo has llegado aquí?
-Verás... Digamos que ya pasé una vez por estas orillas. Pero por desgracia, al igual que la primera vez... No recuerdo ni quién soy ni de dónde vengo. Las corrientes que hasta aquí me trajeron borraron todo eso.
-Siento oirlo. Yo sé que llevo aquí mucho tiempo, vago sin rumbo hora tras hora sin escapatoria..."

sábado, 21 de abril de 2012

Tierras de penumbra.

-Un jardín cercado por una tapia muy alta; en el jardín, una fuente; en la fuente, dos piedras de cristal; en el cristal, reflejada, una rosaleda y justo en medio de las rosas un capullo perfecto. Se utiliza el capullo de la rosa como símbolo, ¿pero como símbolo de qué?

-¿Del amor?

-¿Qué clase de amor?

-¿Intacto? ¿Sin abrir? ¿Como un capullo?

-Sí, ¿más?

-Amor perfecto.

-¿Qué lo hace perfecto? Vamos despierten...

-Es el ideal del amor cortés.

-¿Y qué es eso? ¿Cuál es su cualidad esencial?

-....

-Que es inalcanzable. El gozo más intenso consiste no en tener, sino en desear. La delicia constante... La felicidad eterna solo se experimenta cuando lo que más deseas... No está a tu alcance..

domingo, 8 de abril de 2012

"Y entonces ocurrió algo: me solté. Me sumí en el olvido. Oscuro, silencioso y completo. Encontré la libertad.  Al perder la esperanza, hallé la libertad".

viernes, 6 de abril de 2012

Rsplndr.

"Era un lugar húmedo, pero no era sólo la humedad lo que le cubrió de sudor enfermizo y pegajoso la frente, el vientre y las piernas, sino que fue el recuerdo, ese azote cruel capaz de hacer que aquella noche de hacía dos años pareciese algo ocurrido hacía dos horas. No había distancia en el tiempo. Volvieron la vergüenza y la repulsión, la sensación de no valer nada, esa sensación que le empujaba a tomar un trago, lo que era motivo de una desesperación aún más sombría. ¿Habría una semana, un día, una simple hora de vigilia en que la ansiedad de beber no le atacara por sorpresa?"

El Resplandor.

No olvido.

Se ha abierto una brecha.
Un atisbo de esperanza; un repentino fulgor que alimenta tus ambiciones. Tus deseos más profundos. Tus sueños.
Aquel rayo de luz que quieres ignorar por lo que puede despertar en ti. Aquello que de antemano sabes que te va a doler, pero aún así no puedes evitar; es por eso que a menudo preferimos mirar hacia otro lado y que todo siga como hasta ahora.

...Pero ya es tarde.

Vuelven la ansiedad, las noches sin dormir, esas sombras que anidan en tu estómago y no dejan a tu mente trabajar con normalidad. Esa odiosa sensación de desasosiego, de intranquilidad. Ese remordimiento de saber lo que quieres y no hacer nada por conseguirlo. Esa impotencia acompañada del rechazo. Ganas de evadirte de todo, de abandonar tu lugar y huir, huir de todo lo que te rodea: de las mismas costumbres, los mismos sitios y las mismas caras. Las ganas de desaparecer, irse lejos y no volver, de renunciar a todo, todo cuanto pueda hacerte daño, todo aquello que pueda desaparecer dejando un inabarcable vacío en tu pecho. Todo lo que en un momento te hace grande para más tarde esfumarse sin dejar ni rastro, la NADA, sencillamente, a excepción del recuerdo, comparable con el veneno,  una enfermedad,  una tormenta.

¿Quién puede vivir con tanto veneno en la sangre?